viernes, 14 de agosto de 2009

Dharamsala, hogar del Dalai Lama






Dharamsala, una pequeña localidad, a 1.800 metros de altitud, en las estribaciones indias del Himalaya, fue hasta 1959 una tranquila estación de montaña rodeada de pinares. Nehru, el primer ministro de la independencia india, cedió al Dalai Lama Tenzin Gyatso, de 24 años, una antigua base militar británica para que pudiera establecerse después de su huida del Tíbet, tras la invasión china, en un peligroso viaje atravesando la cordillera del Himalaya a pie. Unos 80.000 tibetanos le acompañaron, mientras Mao Tse Tung ponía en el gobierno del Tíbet al Panchen Lama, al que sin embargo no consiguió manejar a su gusto y encarceló en 1964.
En Dharamsala residen más de siete mil exiliados y constituyen un tercio de la población de la ciudad. Tardan unos 11 días en atravesar las montañas desde el Tíbet, y muchos mueren de frío en el paso de Nangpa-La, el punto más peligroso de la ruta, a 6.500 metros de altitud. Allí hay un destacamento del ejército chino para evitar la huida de los tibetanos. La única oportunidad que tienen es hacerlo de noche porque sin son descubiertos les disparan.
Diferentes religiones y grupos étnicos conviven armónicamente en este reducido espacio donde el budismo es el eje de la existencia cotidiana.
El lugar donde se ubica el gobierno tibetano en el exilio, McLeod Ganj, se encuentra en un valle de bosques de pinos que asoman entre los picos nevados del Himalaya, en la parte alta de la ciudad. El ambiente es tranquilo como no podía ser menos en un centro de espiritualidad budista, pero al ser la sede del gobierno tibetano en el exilio, hay una incesante actividad turística y administrativa. En Tsugla Khang se encuentra el complejo del gobierno, el museo del Tibet, los principales templos y la sala de audiencias.
En el Instituto Norbulingka, creado para preservar y difundir el arte y la cultura tibetana, se aprende la pintura de Tangkas, considerada como una de las principales ciencias dentro de los cinco campos de conocimiento y cuyo origen se remonta a tiempos del propio Buda. También enseña otra de sus tradiciones más antiguas, la ebanisteria. Los carpinteros tibetanos son famosos por sus habilidades con la madera y de ello dan fe los magníficos altares y tronos que adornan sus monasterios. Todas las figuras que se fabrican aquí son enviadas a los numerosos centros budistas que se están construyendo principalmente en Estados Unidos y Europa.
Dharamsala está a unas 12 horas en autobús de Delhi, y al atardecer se agolpan en la carretera que sube a McLeod Ganj los autobuses, que no pueden entrar al pueblo porque las calles son demasiado estrechas. También se puede volar con Air India (http://www.airindia.com/) desde Delhi a Jammu o directamente a Kangra, a 10 km de Dharamsala, con Air Deccan (http://www.deccanairlines.in/ vía Pathankot) o Jagson Airlines (http://www.jagonairline.com/ vía Kullu). Otra alternativa es hacerlo en tren desde Delhi pasando una noche a bordo.
La gastronomía tibetana es otro de los alicientes de McLeod Ganj. Namgyal Café es un lugar muy popular. Momo Café hace los mejores momos (empanadillas más o menos picantes y más o menos vegetarianas) de la ciudad y el restaurante Malabar hace el mejor Butter Chicken Masala y Chicken Tikka. Cerca de la estación de autobuses está el Om Hotel, con una deliciosa cocina tibetana a muy buenos precios, que tiene una terraza con vistas al valle y los picos nevados del Himalaya. La oferta hotelera es enorme, desde hostales baratos como Pink House (Jogibara road), Kaleri Lodge, con vistas del valle, Green Hotel (http://www.greenhotel.biz/), y Drepung Loseling, regentado por monjes, hasta hoteles de lujo como Chonor House, donde se queda Richard Gere cada vez que visita al Dalai Lama, regentado por el Instituto Norbulingka, Asia Health Resort (http://www.asiahealthresorts.com/), el único con piscina y gimnasio y Surya McLeod y Glenmoor Cottages (http://www.glenmoorcottages.com/), situados en pleno bosque de cedros y rododendros.
En los alrededores de Dharamsala hay varios templos budistas, aislados entre árboles para preservar la paz, que acogen con amabilidad a los visitantes extranjeros.
Para viajar a la India se necesita visado. La rupia es la moneda oficial. Unas 54 rupias equivalen a 1 euro. http://www.embajadaindia.com/.

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