jueves, 28 de enero de 2010

La cocina del Tibet









Basada en verduras y cereales, la cocina tibetana es prácticamente vegetariana, ya que incorpora muy poca alimentación animal por respeto a la vida, siguiendo la filosofía budista. Es poco conocida y las recetas varían de una parte a otra del país. En el norte, más frío, se comen muchos cereales, mijo, trigo, avena, maíz y arroz que importan de China o India, ya que allí no hay. En el sur, donde hace más calor, hay más verduras, que enfrían el cuerpo y aportan una energía más centrada.

La cocina tibetana es muy natural, sana y ligera, no es picante y no incorpora apenas elementos extremos que hagan sentir muy pesados, como las especies o las carnes. Por la altura tampoco disponen de demasiada fruta. Utilizan hierbas medicinales y la leche y sus derivados también forman parte de su dieta. Debido al clima todo lo toman muy caliente, y el té tibetano, Chas, con leche, mantequilla y sal, lo toman casi hirviendo. Se hacen tres comidas al día de plato único, donde predominan los cereales y las verduras. No es una cocina vistosa, pero sí muy sabrosa. Entre los productos mas usados está el jengibre, que aporta calor al cuerpo, cura resfriados y es muy beneficioso para el estómago.

Tashi Tsering, cocinero nacido en El Tibet en 1967 y que vive en Austria desde hace seis años, tiene dos restaurantes en Barcelona que regentan su hijo y su hija, el Kailash, en la calle Xifré, 100, y el Potala, en la calle Aragón, 397. En Madrid también hay otro restaurante tibetano, el Gesar, en la calle Huertas, 54.


Por su filosofía budista comen poca carne, pues para comer carne hay que matar otras vidas. Los tibetanos en general son vegetarianos, no obstante, tienen una visión sostenible de las proporciones a la hora de comer animales: con un yak o una vaca puede comer un pueblo entero, es decir, una vida puede servir para alimentar a mil vidas, pero en cambio con un pollo sólo comen cuatro personas. Si una sola persona se come diez gambas o cien caracoles, cien vidas sirven a un sólo ser humano. No se comen animales pequeños por un concepto de vida y religión.

El tsampa, el plato tibetano más conocido, es un tipo de harina derivada de la avena o del trigo, tostado y molido, y ya preparado para comer. Tiene muchas proteínas y vitaminas y los tibetanos lo toman a diario junto al té salado. Es como nuestro bocadillo.

La gente más rica come momos, un plato de lujo o para días festivos. Son empanadillas de harina de trigo rellenas de carne picada, verduras, patata o queso, al vapor. Tambien hay momos fritos con salsa de soja, ajo y carne de vaca o de buey picada, y el khapse, fritura con harina, sal y grasa vegetal.

Aunque la cocina del Tibet mantiene sus raíces, cada vez está más influenciada por la cocina china, de Nepal o de la India.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un tema muy interesante para un curso de informática. Gracias

BIONICO dijo...

Fraternal Saludo.
Gracias por compartir tu conocimiento y tu fe.
Quiero preguntarte si tienes el libro del fraile Romano Zago en español, en la red se encuentra demasiada información pero ninguna coincide y quisiera tener la fuente directa en español, ya que mi papa solo entiende ese idioma.
Agradezco tu atención.