sábado, 25 de octubre de 2008


En Myanmar, la antigua Birmania, la represión y el absoluto desprecio por los derechos humanos de la Junta Militar, que gobierna el pais desde 1990, ha encontrado la contundente oposicion de los monasterios budistas.
Aung San Suu Kyi, dirigente opositora y premio Nobel de la Paz en 1991, cumple 13 años de condenas en las carceles birmanas o en su domicilio. Con 63 años y aspecto fragil, se ha convertido en el icono de la resistencia civil. Hija del general Aung San -héroe de la independencia birmana-, Suu Kyi volvió a su país en 1988 y al fente de la Liga Nacional para la Democracia (LND), en las únicas elecciones libres habidas en Birmania desde el golpe de 1962, consiguió el 82% de los escaños del Parlamento, pero los militares jamás reconocieron los resultados y un nuevo golpe acabó con el más mínimo resquicio de libertad.
En la lucha contra la Junta militar, en la revolucion azafran del 2007, varios miles de monjes budistas marcharon hacia el centro de Rangún después de que la policía usase una desproporcionada violencia para disolver a un grupo de manifestantes.
Pese a la brutalidad militar, cientos de monjes se reunieron frente a la pagoda Shwedagon desafiando la prohibición de la Junta militar. Armas contra los indefensos.
Los soldados armados rodearon varios monasterios budistas, decenas de monjes fueron asesinados y cientos resultaron heridos en las cargas llevadas a cabo por los soldados contra los manifestantes en Rangún, capital de Myanmar.
El incidente más grave tuvo lugar cuando los soldados abrieron fuego contra unos 200 monjes budistas que marchaban junto a miles de civiles hacia la pagoda de Sule, acordonada por el Ejército.
Estos hechos sucedidos durante la pasada revolución azafran demuestran el temor de la Junta Militar, armada hasta los dientes, a unos monjes budistas desarmados, cuyo poder radica en su capacidad organizativa.

1 comentario:

Juan Antonio HERGUERA TORRES dijo...

Buenos días.

¿Podrías indicarnos de dónde has sacado esta información?

Estoy intentando contrastarla antes de publicarla en nuestro blog Birmania Libre, pero no la encuentro en ningún lado.

Muchas gracias.